Receta Definitiva de Croquetas de Jamón: Secretos y Trucos para Triunfar en la Cocina

Introducción
Las croquetas de jamón son un plato clásico y querido en muchas culturas. Aunque son pequeñas, su sabor es valiente y persistente, dejando una impresión duradera a quienes las prueban. Y lo mejor de todo es que son increíblemente versátiles! Pueden servirse como aperitivo, comida principal, o incluso esta en una mesa con otros platos de fiesta.
Ingredientes
- 250 gramos de jamón
- 60 gramos de harina
- 60 gramos de mantequilla
- 1 litro de leche
- Pan rallado
- 2 huevos
- Sal al gusto
- Aceite de oliva
Preparación
Paso 1: Preparar el jamón
En primer lugar, corta el jamón en trozos pequeños.
Paso 2: Preparar la bechamel
Derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio. Añade la harina y mézclala bien con la mantequilla. A continuación, vierte la leche poco a poco, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos. Cocina la bechamel a fuego lento durante unos 10 minutos, sin dejar de remover.
Paso 3: Añadir el jamón a la bechamel
Añade los trozos de jamón a la bechamel y mezcla bien para que se integren. Cocina la mezcla a fuego lento durante unos 5 minutos, y luego retira la sartén del fuego y deja que se enfríe.
Paso 4: Dar forma a las croquetas
Cuando la mezcla de bechamel y jamón se haya enfriado lo suficiente como para poder manejarla, toma porciones de la mezcla y dáles forma de croquetas.
Paso 5: Rebozar las croquetas
Primermente, pásalas por el huevo batido y luego por el pan rallado.
Paso 6: Freír las croquetas
Freír las croquetas en aceite de oliva caliente hasta que estén doradas por todos los lados. Retira las croquetas del aceite y colócalas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
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Tips y Sugerencias
Al hacer tus propias croquetas de jamón, hay unos cuantos trucos que puedes utilizar para garantizar que resulten perfectas. Aquí te dejo algunos de ellos:
- La bechamel: La clave para unas buenas croquetas de jamón es una textura suave y cremosa por dentro. La bechamel debe ser lo suficientemente espesa como para dar consistencia a las croquetas, pero no tan espesa que las haga pesadas o paseosas. Si ves que tu bechamel está demasiado gruesa, puedes añadir un poco más de leche para aligerarla.
- El rebozado: El rebozado de las croquetas es esencial para conseguir esa textura crujiente por fuera. Utiliza pan rallado de buena calidad y asegúrate de que las croquetas estén completamente cubiertas antes de freírlas.
- El aceite: El aceite debe estar bien caliente antes de añadir las croquetas, pero no tanto como para quemarlas. Una buena forma de saber si el aceite está listo es insertar un palillo de madera en el aceite. Si ves que salen burbujas alrededor del palillo, el aceite está a la temperatura correcta.